lunes, 5 de mayo de 2014

Acontecimientos que dejan huella.

Todavía recuerdo aquellas imágenes que me marcaron. Fue hace cuatro años, en el salón de mi casa viendo la televisión con mis padres, cuando saltó la noticia de la catástrofe de Haití. 
El 12 de enero de 2010, Haití fue azotado por el terremoto más devastador de los últimos 200 años en el país. Más de 220.000 personas perdieron la vida, 300.000 resultaron heridas. El terremoto también dejó 1.5 millones de personas sin hogar y tuvo como resultado una gran crisis humanitaria que desembocó en un enorme reto de cara al desarrollo del país, incluyendo una epidemia de cólera que empezó en octubre de 2010 y que aún hoy continúa. Haití también sufrió el azote de otras tormentas tropicales posteriores.
En la actualidad, después de 4 años, todavía Haití no se ha reconstruido. Según Naciones Unidas, 817000 personas aún necesitan ayuda humanitaria debido a las malas condiciones de vida y al alto riesgo de ser desalojados de los 306 campos de desplazados. A esto se suma la mala alimentación, la desnutrición y el cólera.



Una mirada al exterior.

Hace años, cuando se hablaba de trabajo después de la universidad, era algo muy fácil de alcanzar, ya que si tenías estudios universitarios, podías acceder a prácticamente, cualquier puesto de trabajo. Sin embargo, hoy en día, los estudiantes universitarios temen salir de la carrera porque saben que encontrar trabajo en España es casi imposible. Por eso, muchísimos jóvenes, y cada día más, se ven obligados a salir de España a buscar empleo y así, dedicarse a su verdadera vocación y a lo que han estudiado durante varios años. Parece irónico pensar que hace 20 años, encontrar trabajo podía resultar tan fácil, y en tan poco tiempo se ha convertido en una verdadera lucha por "quién es el primero".
Un estudio sociológico, demuestra que el 48,6% de los jóvenes a los que se les realizó la encuesta (una muestra de 1000 jóvenes de entre 18 y 25 años), aceptaría cualquier trabajo, aunque fuese mal remunerado y en cualquier sitio.
Esto ha hecho, que la mayoría de los jóvenes se movilicen en manifestaciones, pero en gran número de casos, estas manifestaciones son inútiles.

Un gran problema que llega cuando menos lo esperas.

Muchas veces, en la televisión vemos cómo familias desesperadas por dar algo de alimento y ropa a sus hijos, acuden a estos medios con la finalidad de poder pagar algo. Pero este es un porcentaje muy pequeño de población. Sin embargo, hay muchísimas personas, que en estos tiempos de crisis más que nunca, están pasando necesidades. Las personas se ven obligadas a pedir a otras aunque esto sea una humillación;  pero no todas acceden a darles un poco de su riqueza.
Pero, como bien estamos aprendiendo en el grado de Trabajo Social, debemos ponernos en el lugar del otro, y si nos resulta imposible ayudarles, podemos derivarlos al centro de servicios Sociales más cercano.
Un ejemplo de esto, es la solidaridad es un barrio de Madrid, donde hacen trueque con la ropa, sin tener que pagar ni un solo euro:

“La idea parte de una serie de personas que no sabían dónde llevar la ropa usada. Alguien dice: tráela aquí y alguien la utilizará. Y poco a poco cada vez hay más gente trayendo y solicitando ropa”, explica el encargado mientras recoge de las bolsas unos vaqueros.
Como vemos, en España se han aumentado los fondos sociales:

Atados en el tiempo.

Cuando hablamos de Sociología siempre pensamos en la típica asignatura de universidad en la que el profesor/a habla sobre autores como Marx, Webber, Durkheim... Pero cuando te adentras en este contexto todo da la vuelta, ya que en la actualidad, en los periódicos por ejemplo tenemos una sección en el periódico EL PAÍS. A continuación, tenemos una noticia sobre el tiempo libre.
En los últimos años, vivimos más pendientes del tiempo que perdemos en el trabajo, estudios, etc, que en el tiempo que verdaderamente podríamos tener para el ocio. Ya que, como todos sabemos, el tiempo de ocio es muy importante para poder relacionarnos con nuestro entorno, y así poder bajar tensiones del trabajo, para después tener más rendimiento en él.
¿Cuándo fue la última vez que alguien dijo: 'No estoy haciendo gran cosa'? Si lo dice, tendemos a pensar que es un perdedor. Y particularmente en Estados Unidos donde muchas personas se definen a sí mismas por su trabajo, por lo que hacen, por lo mucho que hacen y por lo mucho que hacen más que tú. Un sociólogo, que estudia la forma en la que gastamos el tiempo, asegura que la gente no tiene que estar tan ocupada pero que esto se ha convertido en un símbolo de estatus. Quería entender si era cierto y por qué. Al principio pensé que era un fenómeno de las personas que viven en las grandes ciudades. Yo vivo en Washington DC y aquí todo el mundo es un adicto a un trabajo de primera categoría. Me preguntaba si sería diferente en la América rural, donde pensé que tal vez la vida sería algo más lenta”, le explica Schulte a ICON. Pero el resultado fue que no. Lo que la periodista encontró en Fargo (Dakota del Norte) fue la gente estaba también “casi compitiendo por estar ocupado”.

Un futuro social con un nuevo presente.

Como todos sabemos, en nuestra universidad, Pablo de Olavide, se ofertan multitud de grados, pero sobre todo relacionados con las Ciencias Sociales. En mi caso, elegí el doble grado de Trabajo Social y sociología, pero me llamaba especial atención el Trabajo Social, debido a las diferentes salidas en el mundo laboral, pero sobre todo, por el futuro que tiene, ayudar a las personas, creo que es, lo más gratificante que puede hacer un ser humano. 
El trabajo social se define según la Federación Internacional de Trabajadores Sociales y la Asociación Internacional de Escuelas de Trabajo Social  como la profesión "que promueve el cambio social, la resolución de problemas en las relaciones humanas, y el fortalecimiento y la liberación del pueblo, para incrementar el bienestar. Mediante la utilización de teorías sobre comportamiento humano y los sistemas sociales, el trabajo social interviene en los puntos en los que las personas interactúan con su entorno. Los principios de los Derechos Humanos y la Justicia Social son fundamentales para el Trabajo Social" FIT (2000).
Esta primera entrada va a ir dirigida al Trabajo Social dentro de la UPO, para llamar la atención a los nuevos alumnos igual que me causó a mí la misma impresión.