lunes, 5 de mayo de 2014

Atados en el tiempo.

Cuando hablamos de Sociología siempre pensamos en la típica asignatura de universidad en la que el profesor/a habla sobre autores como Marx, Webber, Durkheim... Pero cuando te adentras en este contexto todo da la vuelta, ya que en la actualidad, en los periódicos por ejemplo tenemos una sección en el periódico EL PAÍS. A continuación, tenemos una noticia sobre el tiempo libre.
En los últimos años, vivimos más pendientes del tiempo que perdemos en el trabajo, estudios, etc, que en el tiempo que verdaderamente podríamos tener para el ocio. Ya que, como todos sabemos, el tiempo de ocio es muy importante para poder relacionarnos con nuestro entorno, y así poder bajar tensiones del trabajo, para después tener más rendimiento en él.
¿Cuándo fue la última vez que alguien dijo: 'No estoy haciendo gran cosa'? Si lo dice, tendemos a pensar que es un perdedor. Y particularmente en Estados Unidos donde muchas personas se definen a sí mismas por su trabajo, por lo que hacen, por lo mucho que hacen y por lo mucho que hacen más que tú. Un sociólogo, que estudia la forma en la que gastamos el tiempo, asegura que la gente no tiene que estar tan ocupada pero que esto se ha convertido en un símbolo de estatus. Quería entender si era cierto y por qué. Al principio pensé que era un fenómeno de las personas que viven en las grandes ciudades. Yo vivo en Washington DC y aquí todo el mundo es un adicto a un trabajo de primera categoría. Me preguntaba si sería diferente en la América rural, donde pensé que tal vez la vida sería algo más lenta”, le explica Schulte a ICON. Pero el resultado fue que no. Lo que la periodista encontró en Fargo (Dakota del Norte) fue la gente estaba también “casi compitiendo por estar ocupado”.

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